Odio

El sonido del despertador por la mañana. No saber lo que quiero, ni lo que no quiero, ni si me da igual. Que me dé igual. Que le des más importancia de la que tiene, que no le des importancia. La persona que te mira por encima del hombro y la que te juzga sin conocerte. Estar triste y no poder llorar. El rencor y no saber perdonar. Los silencios cuando hay que hablar. Que me mientan. Que me digan la verdad. Sonreir sin ganas y hacer todo para aparentar. Que me digan lo que valgo, lo que está bien y lo que está mal.

Y, por supuesto... el olor a pescado frito, los zapatos de chúpame la punta, que se muera el ordenador (y aún por encima sin avisar!!). Los domingos, los cumpleaños y las fiestas de guardar. Tener miedo, jugar sucio, la impuntualidad. Cuando amanece y el cielo está gris plomo. La gente que te empuja por la calle, el sabor de las verduras, que esa película termine mal.

Y por encima de todo, querer irte y no poder abandonar.