jueves, septiembre 28, 2006

La beach


Una Erasmus belga nos contó que a las tres semanas de estar en el extranjero a todos nos da un bajón porque se pasa el subidón inicial de estar en otro país diferente y conocer a un montón de gente nueva y por fin te instalas en la monotonía y empiezas a echar en falta todo lo que dejaste atrás.

Estos días estaba atravesando ese momento, solo que a las siete semanas en lugar de las tres. Tampoco tenía muy claro por qué de repente estaba tan cansada y ya no tenía ganas de nada más, pero esta sensación se me esfumó de repente. Concretamente mientras estaba sentada en mi fabulosa cocina, mirando por el ventanal a la gente que entra y sale de la residencia, pensando en la cantidad de gente joven y de todas partes que hay en esta ciudad y en lo genial de estar aquí y no haberme quedado en casa.

Ahora esa sensación se me repite de vez en cuando. Estoy andando por la ciudad y me gusta sentirme en otro país... como en los cuentos de hadas. Y respiro este aire, un aire inglés, y tomo el sol a finales de septiembre en parques ingleses, mientras en otras partes de España empiezan a pasar frío. Voy al supermercado y cruzo un pasillo junto un hindú, otro árabe, dos negros, un grupo de españoles despistados y un pakistaní. Y me encanta.

Y me rio cuando la gente dice que esta ciudad no tiene playa, porque sí que la tiene, solo que casi nadie lo sabe. Y de los que lo saben, pocos le sacan fotos a las conchas de su ciudad adoptiva :)

lunes, septiembre 11, 2006

Triste


A veces es difícil estar lejos